Mantiene restos de una muralla hecha de hormigón y canto rodado. Tiene un puente de cinco ojos sobre el río Sequillo de origen romano con reformas posteriores. Su castillo es una de las construcciones militares más sorprendentes de la provincia, con una muralla de forma poligonal. La iglesia parroquial es del s.XVI con reformas neoclásicas.
Localidad cercana a la N-VI, de origen romano, mandada fortificar y repoblar por orden de Fernando II, rey de León, a mediados del siglo XII. Según los diferentes estudios realizados "Latarce" tiene varias acepciones: una de ellas puede provenir de "Atarfe" que significa el límite, ya que se encontraba entre los antiguos reinos de León y Castilla; otra puede derivar de "lata arce" que podría ser traducido como extensa fortaleza; y la última puede ser que en estas tierras residió un moro que se llamaba Tarfe.
Sea como fuere, San Pedro de Latarce, es un pueblo cargado de historia, lo que ya se respira en nuestra entrada al mismo a través del puente que cruza el río Sequillo que invita a admirar una de sus construcciones más antiguas como es el Castillo o Palacio. Tiene la tipología típica de un castillo fronterizo entre los reinos antes citados de los siglos XII y XIII. Es poligonal y se dice que pudo ser un circo romano debido a sus dimensiones. Hoy se conservan todavía una gran parte de sus paredes de cantos rodados.
Siguiendo la calle de entrada, en la bifurcación que nos encontramos a la izquierda, llegamos hasta la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, un edificio prácticamente encerrado por las construcciones anexas a la misma, lo que provoca que su torre-espadaña quede casi oculta. Está fechada entre los siglos XVI y XVII en estilo neoclásico y barroco, con gruesos muros de piedra y tapial que esconden en el interior tres naves cubiertas con bóveda de arista, más una bóveda de cañón con lunetos en la capilla mayor y una cúpula sobre pechinas en el crucero.
Precisamente a la patrona de la iglesia es a quien cada 8 de septiembre le dedican sus fiestas mayores, cuando el pueblo se engalana con todo tipo de estejos como verbenas, danzas, fuegos artificiales o los tradicionales encierros y novilladas.
Otras fiestas menores son las de la Virgen de la Bóveda el día 7 de mayo y el 15 de mayo, San Isidro. La primera es celebrada principalmente por las cofradías del pueblo con sus romerías a la ermita del mismo nombre, mientras la segunda la festejan los labradores del municipio.